Ahora.

La vida es un suspiro,
o un viento,
o una quietud
o una tormenta.
Tiene el color que elijas,
y el sentido que le des.
Tiene los protagonistas que desees
y los sueños con los que quieras adornarla.
Es esa interminable lección, esa búsqueda contínua,
ese caminar incesante.
Cuando la muerte pasa sigilosa por donde estamos,
la vida nos sacude y ordena las prioridades
y nos acerca a lo importante.
Lo intangible, lo eterno.
Nos impulsa
a la urgencia del te quiero,
del beso, de la cercanía.
Para que otros sepan y tengan en su memoria un poco de nosotros,
para recordarle que son regalo, que viven en nuestros adentros.
La vida es una poesía,
una gran puerta,
un océano.
No espera, no se detiene por nadie.
Sólo sucede con la intensidad que quieras,
con la felicidad que busques,
con las lecciones que aprendiste.
Tiene lo que hayas dado,
lo que sembraste, bueno o malo.
Tiene las consecuencias de tus decisiones
y la libertad de tus perdones.
Por eso, no te tardes en vivir,
que la vida es lo que elijas,
lo que des,
hoy, ahora…

este momento.

Lia,N


No hay comentarios:

Publicar un comentario