Es en el momento presente, en el que respiras cada soplo de
aire del propio momento.
La energía del tiempo se concentra en un punto ante tus ojos.
Tus ojos lagrimosos. Puedes sentir el dolor físico de un
corazón malherido.
Puedes sentir la falta de aire en tus pulmones por el dolor sufrido. Puedes sentir como el tiempo
se concentra ante tus ojos, y no puedes quedarte quieto.
Porque en este momento te prometes lo que te has prometido
toda una vida, luchar. Son ya mis diecinueve
años de lucha sin cesar, cansada, en primera linea de guerra, contra viento y
marea. Los pies hundidos en la tierra, los ojos ensangrentados en fuego. Vives
con el enemigo.
Luchas en el mundo del enemigo mientras surcas tu camino. Cuántas
personas quedaron en el vacío del mismo. Cuántas se unirán.
Ahora no puedes parar a pesar de estar enterrado vivo. Saldrás
más fuerte que nunca, con más luz que nunca... con más ganas que nunca. Que el camino se acaba cuando uno
lo diga, y nadie te hará terminarlo sin
tú quererlo. Por ahora prometo seguir. Por
ahora espero conseguir. Por ahora todo está del revés, pero un día terminaré de
ordenar y sin más seguiré.
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